domingo, 14 de marzo de 2010

Como caído del cielo



El Señor trabaja de formas misteriosas, al menos eso dicen. Pero, será casualidad o intervención espiritual del más allá o del más acá, lo que hizo que la vida de una monja escocesa cambiara por completo.


Cuando Linda K. despertó un día de marzo, pensó que tendría la misma rutina de todos días; despertarse al amanecer orando por los pecadores del mundo (que son demasiados, incluyéndote), haciendo sus labores y yendo a confesarse de sus supuestos pecados, para luego recibir el cuerpo de Dios. Lo que no se imaginaba es que eso no sería lo único recibiría ese día; sorpresas da la vida y a Linda K. le toco una muy rara, su madre biológica que nunca conoció había fallecido; pero esto no era todo, siendo Linda K. su única heredera, pasaba a su nombre las acciones de un popular prostíbulo en Austria en el cual su madre era una orgullosa propietaria.


Así es, Linda K. se convirtió en ama y señora del prostíbulo. Pero ¿qué haría una monja en un prostíbulo? ¿Enseñaría a todas las trabajadoras del mal que son buenas y a todos los clientes libidinosos en busca de un escape, a orar por sus almas y rezarle a papito lindo que no nos lo mande donde el diablito? o ¿tirará la toalla y dirá: Dios los hace y ellos se juntan o revuelcan?


La respuesta es que Linda K. vendió sus acciones y las donó a un proyecto humanitario en la India. Existe algo incierto en la decisión tomada por ella, porque al vender sus acciones está aceptando el hecho de que siga existiendo el prostíbulo a pesar de ir en contra de su moral.


La verdad es que caras vemos corazones no sabemos, y la decisión tomada por ella, es la más acertada, las monjitas cuando no, siempre pensando en el prójimo. Pero ¿quién dice que nosotros también no pensamos en nuestro prójimo? solo que de diferente forma y muchos mas sórdidos pensamientos.

P.d: Aqui una cancion muy acorde al tema. Porque todos tenemos un diablito dentro de nosotros....


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